El sol es la fuente básica de energía de la biosfera, la fuerza motriz gracias a la cual la vida existe. Pero ¿es posible utilizar toda esa energía para cocinar?
En la actualidad, más de la mitad de la problación mundial depende de la biomasa (leña, estiércol de animales y residuos de las cosechas) para cocinar. Esta práctica causa enfermedades, dificultades económicas, y degradación ambiental.
En países africanos puede llegar a tomar horas o días encontrar pedazos de leña, debido a la abundancia de zonas desérticas y a la vez, las mujeres corren el riesgo de ser violadas o atacadas al alejarse de la aldea. Y por ejemplo, en países centroamericanos como El Salvador, las personas pueden llegar a gastar hasta la cuarta parte de sus ingresos en leña o gas.
Y es así como se ha desarrollado la cocina solar, ofreciendo soluciones prácticas a un largo plazo y con un bajo costo.
El utilizar este tipo de cocina no es algo nuevo; muchas personas lo han venido haciendo por décadas y el sistema se ha ido perfeccionando. Se pueden elaborar verduras, carnes y otras preparaciones sin necesidad de usar electricidad, leña, ni gas; dando la posibilidad de hornear, estofar, guisar y freír alimentos.
Los tres diseños más comunes de cocina solar son el parabólico, la cocina solar en caja, y la cocina con paneles, y funcionan de la siguiente manera:
Olla Parabólica: Los rayos del sol son capturados en un reflector que los enfoca en un punto debajo de la olla. Produce un efecto similar al de la hornalla de una cocina o de una fogata de campamento. Las temperaturas pueden llegar a más de 200° centígrados, suficiente para freír los alimentos. | |
Cocina Solar en Caja: Los rayos del sol llegan a una caja aislada de color negro que tiene una tapa transparente, lo que permite el paso de los rayos solares. Dentro de la caja, la luz del sol se convierte en calor que queda atrapado dentro de la caja. El efecto es similar al del horno de una cocina. Las temperaturas pueden alcanzar alrededor de los 150° centígrados. | |
Cocina Solar con Paneles: Consiste en una combinación de los dos diseños mencionados anteriormente, lo que la hace portátil y menos costosa. Las temperaturas pueden alcanzar alrededor de los 120° centígrados, temperatura suficiente para cocinar, ya que la cocción de alimentos comienza alrededor de los 100° centígrados. |
En un día caluroso, la olla puede hervir un litro de agua en una hora y cocinar hasta dos kilos de pollo en aproximadamente dos horas. Cocinar el arroz puede tardar una hora y media; las verduras una hora, y las legumbres alrededor de cuatro.
Esta cocina ofrece muchas ventajas en comparación de los métodos tradicionales de cocina:
- Al cocinar lentamente se extrae el líquido del mismo alimento, de manera que no se necesita agregar agua, o se requiere muy poca cantidad, y no se diluye el sabor.
- No se necesita revolver la comida, porque el calor que recibe el fondo de la olla no es lo suficientemente intenso como para quemar el alimento.
- Las ollas no requieren tanto restriego para limpiar porque no se ensucian con ollín.
- No se requiere prestar atención a la comida, sino más o menos cada hora para asegurarse de que la olla esté recibiendo la luz del sol. Por lo que es muy práctico, pues se puede comenzar a cocinar en las mañanas mientras se realizan las labores de la casa y al medio día, disfrutar de la comida.
- Aunque cocinar con energía solar puede llegar a tardar el doble que cocinar con otros métodos, el tiempo se compensa al no tener necesidad de buscar combustible o de comprarlo.
- Los daños físicos causados por acarrear cargas pesadas de leña para combustible se ven aliviados, y la mortalidad infantil se ve reducida al haber menos oportunidades quemarse por haber caído sobre el fuego donde se cocinaban los alimentos.
- Las cocinas solares, son diseñadas para durar 10 años o más.
- El combustible es gratis.
A la vez, ésta aunque de forma parcial, puede contribuir al problema de la crisis de la leña en el ámbito mundial y reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en la atmósfera. Y con prevenir la tala de árboles, no sólo se protege el medio ambiente, sino que también se mejora la calidad de vida de miles de personas.
Y es a este movimiento que también se ha sumado nuestra industria, con diversos restaurantes que aprovechan los días de sol para cocinar y ofrecer a los clientes la satisfacción de alimentarse de una forma sabrosa, saludable y sin dañar al planeta.
Uno de estos ejemplos, es el restaurante "Villaseca" en Chile:
Uno de estos ejemplos, es el restaurante "Villaseca" en Chile:
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